
Este método constituye una excelente transición entre la etapa “preescolar” de la música, en la cual niños y niñas completan su período de desarrollo preparatorio (Proceso de Desarrollo de la Audiación Preparatoria), y el inicio de la instrucción formal. A las actividades características de esta etapa en música, donde el estilo educativo es el de la “guía informal” (actividades a cuerpo libre, juegos de exploración y asimilación de la sintaxis musical, actividades de construcción de un vocabulario de patrones tonales y rítmicos, etc.) se suman los primeros pasos en el teclado, a través de un hermoso y divertido repertorio de piezas diseñadas para el desarrollo de habilidades técnicas y ejecutivas. Las piezas cuentan con un acompañamiento fácil, un CD e instrucciones específicas para proseguir con el estudio del piano en casa, en compañía de un familiar.
En este período del crecimiento, es sobremanera importante facilitar un proceso educativo sano y en armonía con las modalidades de aprendizaje características de esta edad. Los primeros 9 años de vida del niño o niña constituyen una oportunidad única para el desarrollo de la aptitud musical. A partir de esta edad, el ambiente no parece tener una ulterior influencia sobre su nivel de aptitud musical innata, por lo cual de “aptitud musical en desarrollo” pasamos a hablar de “aptitud musical estabilizada”. El instrumento musical constituirá siempre una extensión de nuestra mente y nuestro cuerpo, es decir, de nuestro “instrumento interior”. Este curso pone el acento en el desarrollo del “instrumento interior”, que Gordon llama audiación, tanto como en el instrumento exterior, es decir, el piano. Y en el proceso, más que en el resultado inmediato. Por este motivo, el curso puede servir también como estudio propedéutico para algún otro instrumento que el o la alumna eventualmente prefiera, o uno para el cual no está físicamente preparado todavía.